La elección del suelo puede cambiar por completo la estética y la funcionalidad de cualquier espacio. Recientemente, los suelos porcelánicos estilo madera han ganado popularidad gracias a su belleza y durabilidad. Sin embargo, su mantenimiento puede generar ciertas dudas, especialmente cuando se trata de una superficie rugosa que tiende a acumular suciedad con facilidad. En este artículo, abordaremos cómo realizar una limpieza efectiva y el mantenimiento adecuado de este tipo de suelos, para garantizar que su aspecto se mantenga como el primer día. Cubriremos desde la limpieza inicial después de una obra hasta el cuidado diario, utilizando productos y técnicas específicas para conservar la belleza natural de la cerámica porcelánica.
Preparación para la limpieza del suelo porcelánico
Antes de iniciar el proceso de limpieza, es crucial preparar la superficie adecuadamente. El primer paso tras finalizar cualquier obra es retirar los escombros y barrer minuciosamente para eliminar el polvo y la suciedad superficial. Esta etapa es esencial para evitar que partículas abrasivas dañen el porcelánico durante la limpieza húmeda.
Selección del producto de limpieza adecuado
Para desincrustar la suciedad del poro del suelo y eliminar los restos del fin de obra, se recomienda un producto específico como el Sanet. Una mezcla aproximada de una parte de Sanet por cinco partes de agua es suficiente para empezar el proceso de limpieza.
Limpieza profunda post-obra
Una vez preparada la solución de limpieza, utilizaremos una fregona de tiras de microfibra especial para suelos rústicos. Esta herramienta es crucial para evitar el deterioro prematuro que suelos rugosos pueden causar en fregonas convencionales. Para una primera limpieza, es recomendable pasar la fregona bastante empapada en la mezcla, dejar actuar unos segundos y luego retirar el líquido con la misma fregona o con un aspirador de líquidos.
Cambio continuo del agua de aclarado
Es importante cambiar continuamente el agua del cubo de aclarado para evitar esparcir la suciedad que se va desprendiendo del suelo. Durante la limpieza inicial, observarás que el agua se ensucia rápidamente, lo que indica la efectividad del proceso.
Mantenimiento diario del suelo porcelánico
Para la limpieza diaria, basta con fregar con la fregona y luego secar con la misma bien escurrida, siguiendo el mismo método de limpieza. Con el tiempo, y llevando a cabo el mantenimiento de forma regular, se consigue mantener el suelo en perfecto estado.
Detección y tratamiento de defectos
Después de la limpieza, es posible que se detecten algunos defectos de colocación o rejuntado. Estos pueden eliminarse con una receta específica para suelos o bien con un rasca vidrios, logrando así un acabado profesional.
Productos específicos para el brillo y protección
Para realzar la belleza del suelo porcelánico y protegerlo, se recomienda el uso de un limpiador abrillantador específico para suelos de cerámica, gres y porcelánico. La aplicación regular de este producto evita la acumulación de cal y la formación de velos blancos, creando una pátina invisible que repele la suciedad y minimiza las huellas.
Beneficios de una mantenimiento adecuado
También de mantener el aspecto estético, el uso continuado de productos adecuados garantiza una superficie limpia y segura, libre de residuos que puedan comprometer la calidad del suelo. Esto se traduce en un entorno más agradable y funcional, tanto en el hogar como en espacios de trabajo.
En resumen, la limpieza y el mantenimiento del suelo porcelánico estilo madera no tienen por qué ser una tarea ardua si se siguen los pasos correctos y se utilizan los productos adecuados. Con estos consejos, su suelo lucirá impecable y resistirá el paso del tiempo con elegancia y funcionalidad.