Cuando una válvula de lavabo se estropea, su reparación puede resultar imprescindible para evitar molestas fugas de agua y asegurar un correcto funcionamiento en nuestro hogar. La acumulación de residuos y el desgaste natural pueden ocasionar problemas en estas piezas, que si bien parecen simples, requieren de un proceso detallado para su reemplazo. En este artículo, abordaremos cómo cambiar una válvula de lavabo dañada y qué consideraciones debemos tener en cuenta para realizar esta tarea de manera efectiva, solucionando así uno de los inconvenientes más comunes en la fontanería doméstica.
Desmontaje de la válvula antigua
Identificación y preparación para el desmontaje
Antes de iniciar el proceso de desmontaje, es crucial observar el mecanismo de la válvula nueva para comprender cómo funciona y cómo se realiza su montaje y desmontaje. Deberemos quitar cualquier pieza de protección y familiarizarnos con su apertura y cierre. Una vez hecho esto, comenzaremos por aflojar la tuerca que se encuentra en la parte inferior del lavabo, la cual une la válvula con el tubo de PVC de la instalación. Es posible que necesitemos una llave para facilitar esta tarea si no podemos hacerlo con la mano.
Retirada de la válvula estropeada
Después de soltar la parte que conecta con la tubería, procedemos a aflojar y retirar la junta que une la válvula al lavabo. Durante este paso, es importante sujetar la parte superior de la válvula mientras desenroscamos la inferior para evitar que gire todo el conjunto. Es normal encontrar residuos y suciedad acumulada, por lo que es un momento propicio para realizar una limpieza.
Limpieza y preparación para el montaje
Eliminación de residuos
Una vez desmontada la válvula, deberemos limpiar la zona, especialmente el orificio por donde drena el agua del rebosadero. Con el tiempo, este puede obstruirse con suciedad, por lo que es crucial retirarla completamente para asegurar un buen flujo de agua y evitar futuras obstrucciones.
Montaje de la válvula nueva
Preparación y colocación de juntas
Antes de insertar la válvula nueva, es importante verificar que la junta de estanqueidad esté colocada correctamente en la parte inferior del lavabo. Esta junta es esencial para evitar fugas de agua. Si se ha perdido o deteriorado, se debe reemplazar por una nueva. Tras asegurar la junta, podemos proceder a enroscar la válvula desde la parte inferior del lavabo.
Ajuste y verificación de la válvula
Una vez enroscada, debemos ajustar la válvula adecuadamente. No hace falta usar herramientas; un apretado a mano suele ser suficiente. Es crucial asegurarse de que las juntas queden bien colocadas y selladas. Finalmente, conectamos la válvula a la tubería de PVC, asegurándonos de que no existan holguras y que todo quede firme.
Prueba de estanqueidad y funcionamiento
Comprobación de fugas
Para confirmar que la instalación ha sido exitosa, realizamos una prueba de estanqueidad. Llenamos el lavabo con agua y observamos si hay fugas tanto en la parte del rebosadero como en la del desagüe común. Si no se aprecian goteras ni humedad, podemos concluir que las juntas han sido correctamente instaladas y que la válvula funciona adecuadamente.
Concluir con un mantenimiento apropiado y una instalación cuidadosa, una válvula de lavabo puede tener una larga vida útil. Este tipo de reparaciones, aunque a primera vista puedan parecer complicadas, son esenciales para el correcto mantenimiento de nuestro hogar y pueden realizarse con las herramientas y conocimientos adecuados. Con los pasos detallados en este artículo, esperamos haber resuelto las posibles dudas y permitir que cualquier persona pueda afrontar con confianza el cambio de una válvula de lavabo cuando sea necesario.
