Derecho laboral, Procedimientos médicos, Recursos legales, Salud

Todo lo que debes saber sobre la incapacidad laboral tras un ictus

La situación laboral tras un daño cerebral es una de las principales preocupaciones tanto para afectados como para sus familiares y profesionales del sector. Las dudas surgen en torno a cuánto tiempo se puede estar de baja, qué ocurre después de este periodo, cómo se manejan las incapacidades y qué opciones de recurso existen. El objetivo de este artículo es proporcionar una guía rápida y detallada que resuelva todas estas preguntas y ofrezca claridad sobre los procesos y derechos laborales en casos de baja médica o incapacidad temporal y permanente.

Proceso de baja médica e incapacidad temporal

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Duración y gestión de la baja

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En caso de daño cerebral, el afectado puede encontrarse en situación de incapacidad temporal durante un período máximo de 12 meses. Durante este tiempo, es fundamental que la atención primaria emita los partes de confirmación que serán remitidos a la empresa, permitiendo así el cobro de los subsidios correspondientes. Estos subsidios suelen ser aproximadamente el 75% de la base reguladora, variando si se trata de un accidente laboral o de una enfermedad profesional.

Excediendo el período de baja temporal

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Una vez transcurridos los 12 meses, el expediente del trabajador se evalúa por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). En este punto, el INSS puede optar por dar de alta laboral o extender la baja otros seis meses, para seguir valorando la recuperación del afectado.

Decisiones posterior a los 18 meses de baja

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Opciones del inss

Comunicaciones-y-Recursos

Tras los primeros 18 meses de baja, el INSS debe tomar una decisión crucial: o bien se otorga el alta laboral o se entra en una situación excepcional donde se puede prolongar la baja seis meses más, llegando a un total de dos años desde el inicio de la baja. Otra opción es iniciar un expediente de incapacidad permanente, en caso de considerar que las lesiones impiden al trabajador realizar tareas básicas para su ocupación habitual (incapacidad permanente total) o cualquier tipo de actividad laboral (incapacidad permanente absoluta).

Comunicaciones y recursos

Notificaciones del inss

Toda comunicación del INSS debe ser fehaciente, es decir, debe establecer de manera clara los recursos disponibles contra la resolución y el contenido de la misma. Existen controversias sobre si comunicaciones vía SMS son válidas; en nuestra opinión, no lo son. No obstante, si el afectado reconoce haber recibido una notificación de alta médica vía SMS, deberá acudir a su puesto de trabajo, aunque tenga la posibilidad de recurrir dicha resolución.

Procedimientos de reclamación

Si se recibe el alta médica y no se está conforme, existe un procedimiento de cuatro días para presentar un recurso ante la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSS) o directamente al INSS. En caso de denegación, se puede acudir al juzgado de lo social. Durante el proceso judicial, el trabajador debe seguir acudiendo a su empleo, a menos que el recurso haya sido aceptado previamente por el INSS.

Derechos sobre vacaciones y finiquitos

Compensaciones económicas

Independientemente de si se le concede un alta o una incapacidad permanente, el trabajador tiene derecho a exigir compensación económica por las vacaciones no disfrutadas y los finiquitos, que incluyen el prorrateo de las pagas extraordinarias no devengadas.

Desacuerdo con la resolución de incapacidad permanente

Si se discrepa con la resolución de incapacidad permanente, se dispone de 30 días para hacer una reclamación previa. El INSS tiene la obligación de responder en 45 días; en caso de no hacerlo, se entiende un silencio administrativo negativo. Posteriormente, hay 30 días adicionales para presentar una demanda ante el juzgado de lo social.

Esperamos que este artículo haya aclarado las dudas relativas a la situación laboral tras un daño cerebral, proporcionando una base sólida de conocimiento sobre los derechos y procedimientos en casos de baja médica y de incapacidad temporal y permanente. Recordar los plazos y entender los procesos es fundamental para garantizar que se respeten los derechos laborales.

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