La jardinería puede ser una actividad sumamente gratificante, pero también conlleva sus desafíos. Uno de los más comunes es el control de las hierbas adventicias o malas hierbas, que pueden crecer desmesuradamente, especialmente después de periodos de inactividad como un confinamiento. Estas hierbas no solo interfieren con la estética del jardín, sino que también compiten por recursos con las plantas ornamentales o frutales. Afortunadamente, existen soluciones eficaces para mantener a raya la vegetación no deseada y facilitar el mantenimiento del jardín. Entre estas soluciones, la utilización de mallas antihierba se destaca por su eficiencia y practicidad. En este artículo, exploraremos en detalle cómo seleccionar la malla antihierba adecuada y cómo instalarla correctamente, optimizando así el tiempo y el esfuerzo dedicado al cuidado del jardín o huerto.
Tipos de mallas antihierba: tejidas y no tejidas
Antes de proceder con la instalación de una malla antihierba, es crucial comprender las diferencias entre los dos principales tipos disponibles en el mercado: las mallas tejidas y las mallas no tejidas.
Mallas tejidas
Las mallas tejidas, como la malla de la marca Orson, están fabricadas con bandas de polipropileno entrelazadas, brindando una superficie resistente. Con una densidad de 90 gramos por metro cuadrado, estas mallas son robustas y ofrecen una buena protección contra la luz solar y las herramientas de corte. Sin embargo, presentan ciertas desventajas, como la susceptibilidad a deshilacharse en los cortes y la posibilidad de que objetos puntiagudos aflojen el tejido, lo que podría permitir el paso de hierbas agresivas.
Mallas no tejidas
Por otro lado, las mallas no tejidas, como la malla Plantex Gold de Dupont, tienen una vida útil garantizada de 25 años si se instalan correctamente y se cubren con un acolchado decorativo. Estas mallas son altamente resistentes a las perforaciones y no se deshilachan, siendo ideales en zonas con vegetación muy agresiva y en proyectos de paisajismo profesional.
Instalación de la malla antihierba
La colocación de la malla antihierba es un proceso sencillo que se puede realizar en tres pasos, independientemente del tipo de malla que elijas.
Paso 1: preparación del terreno
El primer paso consiste en limpiar y allanar el terreno, eliminando todas las hierbas y piedras presentes para evitar daños en la malla. En algunos casos, también puede ser beneficioso aportar nutrientes al suelo con mantillo antes de instalar la malla.
Paso 2: colocación y ajuste de la malla
Una vez preparado el terreno, se procede a estirar la malla y cortarla a la medida necesaria. Es importante solapar al menos un palmo entre las uniones de mallas diferentes para prevenir el crecimiento de hierbas en las juntas. También, si hay plantaciones existentes, es necesario realizar cortes en forma de cruz para permitir el paso de los troncos sin restringir su crecimiento.
Paso 3: fijación y cobertura
Para asegurar la malla al suelo, se puede enterrar en pequeñas zanjas o usar grapas de sujeción. Finalmente, se coloca una capa de grava o corteza de pino para proteger la malla y mantener un aspecto estético en el jardín.
Consideraciones finales y mantenimiento
La elección entre una malla tejida y una no tejida dependerá del tipo de proyecto, la agresividad de las hierbas en el área y el presupuesto disponible. Las mallas tejidas suelen ser más económicas y pueden ser suficientes para terrenos con menor problema de malas hierbas, especialmente si se cubren con una capa gruesa de material decorativo. En cambio, las mallas no tejidas son más adecuadas para proyectos de largo plazo y zonas con hierbas particularmente invasivas.
La instalación de una malla antihierba es una estrategia efectiva para reducir el mantenimiento del jardín y favorecer el crecimiento saludable de las plantas deseadas. Con una correcta selección y una instalación adecuada, podrás disfrutar de un espacio verde armonioso, sin la ardua tarea de eliminar manualmente las malas hierbas. Recuerda que la durabilidad y la facilidad de instalación son factores clave al momento de escoger la malla más conveniente para tu jardín o huerto.