En el ámbito de la suplementación deportiva, existen numerosos productos que prometen mejoras significativas en términos de rendimiento físico y anabolismo. Uno de estos suplementos que ha generado un considerable debate es el Tribulus Terrestris. Este forma parte de la categoría de los suplementos naturales y se le atribuyen beneficios como el incremento de testosterona y, por ende, un aumento en la fuerza y masa muscular. Sin embargo, son muchas las dudas respecto a su eficacia real y cómo debería ser utilizado. En este artículo, abordaremos en detalle qué es el Tribulus Terrestris, su historia, los estudios científicos al respecto y, finalmente, aclararemos si realmente cumple con lo que promete. Con una perspectiva crítica y basada en la evidencia, despejaremos las incógnitas que giran en torno a este suplemento tan popular entre los practicantes de musculación.
¿Qué es el tribulus terrestris?
El Tribulus Terrestris es una planta que pertenece a la familia Zygophyllaceae, conocida comúnmente como abrojo o espuela. Esta planta se encuentra principalmente en climas cálidos, templados y tropicales, tales como el sur de Europa, Asia y algunas regiones de África y Australia. A lo largo de la historia, ha sido utilizada con diversos fines medicinales. En la antigua Grecia, su fruto seco se empleaba como laxante y tónico. En China, era común su uso para tratar problemas hepáticos, cardiovasculares, dolores de cabeza y fatiga. En la India, el Tribulus Terrestris ha sido valorado por sus propiedades afrodisíacas.
Uso tradicional y moderno
La utilización del Tribulus Terrestris en la medicina tradicional varía según la región. No obstante, en la actualidad, se le atribuye un rol en la mejora del perfil anabólico debido a su contenido en saponinas, específicamente la protodioscina, que es una sustancia similar a la dehidroepiandrosterona (DHEA). Esta relación ha llevado a la creencia de que el consumo de Tribulus puede aumentar la producción de testosterona y, por tanto, ofrecer beneficios en el incremento de la masa muscular y la fuerza.
Análisis científico del tribulus terrestris
Para entender si el Tribulus Terrestris realmente cumple con las expectativas generadas, es crucial examinar la evidencia científica disponible. Varios estudios han investigado los efectos de este suplemento en entrenados y atletas de élite.
Estudios relevantes y sus resultados
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Un estudio de José Antonio en Florida examinó a hombres entrenados que consumieron 3,12 miligramas de Tribulus por kilo de peso corporal por día. Tras el período de estudio, no se observaron diferencias significativas en la composición corporal ni en el rendimiento deportivo.
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En Australia, el estudio de S. Rogerson tomó jugadores de rugby de élite que ingerían 450 mg de Tribulus o un placebo por día. Ambos grupos realizaron el mismo entrenamiento y obtuvieron ganancias similares en fuerza y masa muscular sin incremento en los niveles de testosterona entre quienes tomaron el suplemento.
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Investigaciones en Bulgaria no evidenciaron aumentos en los niveles de testosterona ni androstenediona después de un consumo elevado de Tribulus.
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Gregory Brown realizó un estudio que incluyó una mezcla de Tribulus, androstenediona y DHEA. Aunque se observaron elevaciones en androstenediona, no hubo diferencias en fuerza o testosterona libre y sí un aumento en los niveles de estradiol, un hormonio femenino.
Efectos colaterales del tribulus terrestris
Es fundamental considerar los efectos colaterales reportados en los estudios. En algunos casos, se ha encontrado que el uso de Tribulus Terrestris no solo carece de los beneficios prometidos, sino que también puede producir consecuencias no deseadas. Por ejemplo, se ha registrado un incremento en los niveles de hormonas femeninas como el estradiol y una disminución en el colesterol HDL, conocido como el «colesterol bueno». Estos cambios podrían tener implicaciones negativas en la salud a largo plazo, particularmente en relación con las enfermedades cardiovasculares.
Conclusiones y recomendaciones
A la luz de la evidencia científica, parece claro que el Tribulus Terrestris no cumple con las promesas de un aumento considerable en la testosterona o en el rendimiento físico. En lugar de confiar en suplementos de eficacia dudosa, es preferible buscar el asesoramiento de profesionales competentes. Un enfoque basado en el entrenamiento bien estructurado y una nutrición adecuada será mucho más efectivo para aquellos que buscan mejorar su rendimiento y obtener resultados a largo plazo.
En conclusión, es prudente ser escéptico ante suplementos que prometen mejoras milagrosas y, en su lugar, centrarse en prácticas sólidamente respaldadas por la ciencia. Así, podremos evitar el desperdicio de recursos y, lo que es más importante, proteger nuestra salud.