En el día a día de nuestro hogar buscamos siempre formas de crear un ambiente agradable y acogedor. Una de las claves para lograrlo es contar con un buen ambientador que nos permita disfrutar de un aroma que nos haga sentir cómodos y relajados. Sin embargo, a menudo nos encontramos con productos que o bien son demasiado costosos o no cumplen con nuestras expectativas en cuanto a duración y personalización del aroma. En este artículo, vamos a solucionar estas dudas comunes y a ofrecerte una solución práctica y económica: cómo hacer un ambientador casero con tan solo tres ingredientes, que además, podrás personalizar a tu gusto. Te guiaremos paso a paso en la elaboración de este ambientador y te daremos consejos para que puedas adaptar la receta a tus preferencias personales.
Selección del suavizante de ropa
Elegir el suavizante de ropa adecuado es el primer paso para crear nuestro ambientador casero. No solo es importante por el aroma que aportará, sino también por el color que puede darle al producto final. Existe una amplia gama de suavizantes en el mercado, y se recomienda alternarlos para no acostumbrarse al olor. Marcas como Swan e Ifa son fácilmente localizables en supermercados y ofrecen productos con aromas duraderos y texturas densas que mejoran la suavidad de las prendas. Se aconseja optar por suavizantes concentrados por su mayor potencia en olor y suavidad.
El alcohol de limpieza
El segundo ingrediente esencial es el alcohol de limpieza, que debe ser específicamente de este tipo y no el utilizado en botiquines. Se puede encontrar en tiendas como Mercadona, ya perfumado y con una concentración del 70%. El alcohol de limpieza es barato, desinfectante y tiene múltiples usos domésticos, como limpiar cristales o desengrasar superficies. Su inclusión en el ambientador contribuirá a la desinfección del ambiente.
La sal de cocina gruesa
Nos encontramos con el tercer y último ingrediente: la sal de cocina gruesa. Es importante que sea gruesa y no fina, ya que la textura influirá en la absorción y difusión del aroma en nuestro hogar. Este producto es extremadamente económico y fácil de encontrar. También, un simple truco como añadir granos de arroz al bote evitará que la sal se humedezca y afecte a la eficacia del ambientador.
Preparando la mezcla
Para la preparación de la mezcla, se recomienda utilizar un bol amplio. En relación a las cantidades, para un recipiente de 11 centímetros de diámetro y 5 de alto, serían necesarios unos 160 gramos de sal y tres cucharadas grandes de alcohol de limpieza. Después, se añaden tres cucharadas de suavizante, aunque esto puede variar dependiendo de la densidad del suavizante elegido. Es importante mezclar bien para que los ingredientes se integren completamente y el aroma dure en el tiempo.
Personalización y presentación
La personalización del ambientador es un punto a destacar. Podemos adaptar la cantidad de suavizante para modificar la intensidad del aroma y el color a nuestro gusto. Para la presentación, se sugiere el uso de recipientes de cristal que permitan apreciar el contenido, como vasos decorativos o copas recicladas. Esta sencilla pero efectiva receta ofrece un ambientador personalizable, eficaz para aromatizar cualquier rincón de la casa y económico, proporcionando un toque personal y único a nuestro hogar.
Esperamos que esta guía para crear tu propio ambientador casero te haya sido de utilidad y te anime a experimentar con esencias y colores que se ajusten a tus preferencias. Si tienes alguna duda o sugerencia, no dudes en compartirla.