Cuando nos enfrentamos a la tarea de cambiar una pieza de un piercing, nos podemos encontrar con el desafío de aflojar el balín, especialmente si es la primera vez que realizamos esta operación o si el perforador lo ha apretado excesivamente. Estos momentos pueden generar dudas e incluso frustración. Por ello, en este artículo, abordaremos las estrategias y técnicas más efectivas para facilitar el proceso de aflojamiento del balín de un piercing, garantizando un cambio de pieza seguro y sin inconvenientes. Descubriremos desde la correcta orientación para girar el balín hasta consejos prácticos para mejorar el agarre y cuidados específicos durante el proceso. Acompáñanos a despejar tus dudas y convertirte en un experto en el manejo de tus piercings.
Determinar la dirección correcta para aflojar el balín
Antes de proceder, es crucial asegurarse de que estamos girando el balín en la dirección correcta. La regla general es simple: si miramos el balín de frente, para aflojar debemos girar hacia nuestra izquierda, y para apretar, hacia nuestra derecha. Sin embargo, esto puede variar si la pieza está colocada en nuestro cuerpo y no la vemos directamente. En ese caso, imagine que la barra del piercing es su dedo, y el balín es una pequeña esfera encima de este: si desea aflojarlo, deberá girar hacia su derecha (hacia su cara).
Uso de calor para aflojar el balín
Aplicación de agua caliente
Al igual que cuando no podemos abrir un frasco muy apretado, podemos recurrir al calor. La recomendación es intentar hacer el cambio de pieza después de bañarse con agua caliente o, si eso no funciona, sumergir la perforación en suero fisiológico caliente. El suero fisiológico, que puede adquirirse en farmacias, debe calentarse en el microondas durante unos 20 segundos y luego sumergir la perforación durante aproximadamente 10 minutos. Esto no solo dilata el metal, facilitando el cambio, sino que también suaviza la piel y puede ayudar a disolver cualquier acumulación entre el balín y la pieza.
Cuidados al sumergir la perforación
Es importante ejercer extrema precaución al sumergir la perforación en suero fisiológico caliente. Se han reportado casos de quemaduras, así que se recomienda asegurarse de que el suero esté a una temperatura tolerable antes de la inmersión. También, el suero fisiológico debe utilizarse inmediatamente después de abrirlo para evitar su contaminación y se debe desechar si no se puede almacenar adecuadamente.
Mejorar el agarre al manipular el balín
Es común que, debido a los aceites naturales de nuestras manos, el balín resbale y sea difícil de manejar. Una solución es utilizar un pedazo de papel de baño, un trapito de algodón o incluso la parte de una camiseta para mejorar el agarre al sostener tanto la pieza como el balín. También se pueden utilizar guantes de látex o nitrilo para incrementar la fricción y facilitar el proceso. Sin embargo, si la perforación está en proceso de cicatrización, se debe evitar cualquier material que pueda adherirse o irritar la piel.
Prevención de la pérdida del balín durante el cambio
Al cambiar la pieza del piercing, la precaución es fundamental. Los balines son pequeños y pueden caerse fácilmente, especialmente al trabajar sobre un lavamanos. Para prevenir que se pierdan por el desagüe, se aconseja realizar el cambio sobre una toalla, que también servirá para proteger la pieza en caso de que se suelte accidentalmente.
Con estas recomendaciones, el cambio de una pieza de piercing ya no tiene por qué ser una tarea complicada. Siguiendo estos pasos y utilizando las herramientas adecuadas, podrás realizar el proceso con seguridad y eficacia, asegurando así el cuidado y la longevidad de tus piercings.